lunes, 21 de abril de 2014

SADOMASOQUISMO O BONDAGE

Para la mayoría de nosotros, el sadomasoquismo es una frase que provoca pensamientos de una subcultura un vestido de cuero con flecos, látigos y cadenas. Como una dinámica psicosocial, el sadomasoquismo o bondage es mucho más sutil  y considerablemente más penetrante. No te pierdas, como hacer crecer tu pene naturalmente.

El sadomasoquismo es sobre el poder y el control. En toda relación , hay un minimizador y un maximizador . El minimizador tiende a ser más moderado en el contexto de la relación, mientras que el maximizador tiende a ser más evocador. Cuando este delicado equilibrio se convierte en un juego de "¿Quién tiene el poder?" a continuación, minimizar y maximizar  es la sumisión y la dominación, pero no necesariamente de la manera que usted esperaba. Normalmente, el minimizador se convierte en dominante y el maximizador  se vuelve sumis@.


En una relación impulsada por el poder y el control , en lugar de la compasión y la cooperación, una pareja se convierte en " parentalizador "y el otro" infantilizó". Muy a menudo, el maximizador , siendo más emocional, tiende a convertirse en infantilizado y sumisa por temor a enojar o decepcionar a su pareja. El minimizador, siendo más contenido, tiende a reunir el poder en la relación, ya sea intencionadamente o por defecto, y, de esta manera, se convierte en parentalizador.

 Aquí está la parte buena - no es una dinámica estática. Un colega mío, Richard Rubens, solía llamar a esta" escalada de vuelta", donde el equilibrio de poder se desplaza dentro de la relación basada en las acciones de los socios.

Como el socio sumiso/ infantilizado retrae emocionalmente y físicamente en un esfuerzo equivocado por no mover el bote, el socio dominante/ parentalizador vuelve ansioso y comienza a su actividad en la relación - cada vez más atento, más necesitados, más, bien, infantil. Los socios responden por la re- inversión, el socio está convencido de que todo está bien, y el equilibrio de poder se desplaza de nuevo. El ciclo es interminable y agotador.

He aquí un ejemplo: La mujer en una relación particular es cariñosa. El hombre no lo es. La mujer, cansada de ser siempre el iniciador, el que captar una mano al cruzar la calle o un derrame cerebral un mechón de pelo de los ojos, retira su atención, tal vez de castigarlo, tal vez para 'test' de él, tal vez para hacer una declaración en silencio acerca de su resentimiento. En cualquier caso, los avisos del hombre, preguntas, se queja, y se convierte en pobre por ese afecto retirada. La mujer responde por reinstaurar el patrón pasado, el hombre se satisface, pero sin embargo, vuelve a sus quejas sobre ella siempre siendo " sobre él " y, como su resentimiento de nuevo comienza a construir, estamos de vuelta al punto de partida.

Este patrón no se trata sólo de afecto, es omnipresente. Puede ser por el dinero, o padres, o las responsabilidades del hogar o incluso pasear al perro. Y es un patrón que puede desempeñar, y desempeña en todas las relaciones, no sólo a los íntimos. Recuerde que la primera regla de la psicología forense - la forma en que la gente hace una cosa es la forma en que lo hacen todo. Las personas no son nada si no es coherente.

También es un patrón que no es siempre específico para género. Aunque nuestra tendencia aculturados es suponer que la mujer en una relación es sumisa y el hombre es dominante, emocionalmente hablando, que no es siempre el caso. Como un buen amigo mío, si gusta decir, a veces el hombre puede ser la "niña".

Del mismo modo, en las relaciones no tradicionales y del mismo sexo, mientras que hay una propensión de los individuos en estas relaciones para asumir los roles sociales aculturados asociados a las relaciones tradicionales y heterosexuales, que no determina necesariamente la forma en que la dinámica psicosocial de minimizador/ maximizador, sumiso/ dominante, infantil/ padre desarrollado. Incluso si esos roles sociales no se asumen, y el estilo social y presentación de los socios es similar, la dinámica de intercambio emocional juega a cabo basándose en la manera en que cada socio participa en la relación.

A tal punto , que una vez aconsejé un triple en la que el macho era el maximizador/ sumisa y la novia de la pareja fue el minimizador/ dominante. Pero en la relación entre las dos mujeres, la esposa era el minimizador/ dominante. Es complicado las cosas.

En una relación impulsada por el poder y el control, estos elementos sadomasoquistas sutiles pasan a primer plano. La relación se convierte en una lucha tedioso e interminable para mantener el equilibrio en un sistema que no puede ser compensado. Cuando los cambios dinámicos subyacentes a uno de la compasión, la cooperación y la comunicación de una de tira y afloja, el ciclo se detiene, o al menos pasa a segundo plano, y se establece a continuación, el escenario para relación auténtica.
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